Evaluación de puestos de trabajo: la clave para prevenir el dolor y cuidar a las personas

 

Muchas veces el origen del malestar en una organización no está en la cultura ni en la carga laboral, sino en un factor más físico y silencioso: el puesto de trabajo. Una silla mal ajustada, un escritorio con mala altura, una pantalla mal ubicada o una rutina que exige mantener la misma postura durante horas puede convertirse, con el tiempo, en una fuente constante de dolor, fatiga y lesiones musculoesqueléticas.

La evaluación de puestos de trabajo no es solo una medida ergonómica. Es un acto de cuidado, una estrategia preventiva que protege la salud de las personas y reduce los costos asociados a licencias médicas, ausentismo y rotación.


¿Qué es la evaluación de puestos de trabajo?

Se trata de un proceso técnico y especializado que analiza las condiciones físicas, posturales y ambientales en que una persona realiza sus funciones laborales. El objetivo es identificar riesgos biomecánicos que puedan estar generando dolor, molestias o posibles futuras lesiones.

Una evaluación considera aspectos como:

  • Tipo de asiento y soporte lumbar

  • Altura del escritorio y de la pantalla

  • Posición del teclado y del mouse

  • Iluminación y ruido

  • Tiempo en postura estática o movimiento repetitivo

  • Espacio disponible y hábitos de trabajo

El análisis se realiza generalmente por un kinesiólogo laboral o profesional de salud ocupacional, y permite realizar ajustes personalizados, muchas veces simples, pero de alto impacto.


¿Por qué es tan importante evaluar el dolor?

El dolor no tratado en el contexto laboral no solo afecta la productividad: afecta la calidad de vida, el ánimo, el rendimiento cognitivo y emocional de las personas.

Cuando no se evalúa ni se interviene a tiempo:

  • Las molestias se cronifican.

  • Aparecen tendinitis, lumbalgias, cervicalgias, síndrome del túnel carpiano, entre otros.

  • Se incrementan las licencias médicas y los costos para la empresa.

  • Se deteriora el clima laboral por el cansancio y la frustración acumulada.

Prevenir el dolor es una inversión en salud y bienestar, no solo una medida reactiva.


¿Qué se puede hacer tras una evaluación?

Una buena evaluación no termina en el diagnóstico. Debe ir acompañada de:

  • Recomendaciones personalizadas para el trabajador.

  • Adaptaciones del mobiliario o elementos ergonómicos.

  • Rutinas de estiramiento o pausas activas guiadas.

  • Capacitación sobre autocuidado postural.

  • Monitoreo del avance de las molestias físicas.


¿Quién lo está haciendo en Chile?

La consultora chilena Somos Bienestar ha incorporado de forma pionera el análisis de puestos de trabajo con enfoque integral del bienestar físico y emocional. A través de kinesiólogos laborales y herramientas de evaluación ergonómica, están ayudando a empresas a detectar, prevenir y reducir el dolor físico de sus trabajadores, mejorando la salud organizacional y reduciendo las licencias médicas innecesarias.

Esta línea de trabajo se ha transformado en un aliado estratégico para las áreas de Recursos Humanos, Prevención de Riesgos y Gestión de Personas, integrando el cuidado corporal como parte del compromiso con el bienestar.


Conclusión

La salud de los trabajadores no depende solo del ambiente emocional, sino también del cuerpo. Evaluar los puestos de trabajo es cuidar a las personas desde la raíz, detectar los focos de malestar antes de que se transformen en ausencias o enfermedades, y demostrar que en la empresa, lo más importante, sigue siendo el ser humano.

1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15

Comments on “Evaluación de puestos de trabajo: la clave para prevenir el dolor y cuidar a las personas”

Leave a Reply

Gravatar